El III Congreso de Seguridad Privada en Euskadi, que se celebra el 5 de octubre en Bilbao, servirá de punto de encuentro para debatir y analizar los retos a los que se enfrenta el sector. Con una facturación media anual cercana a los 150 millones, 27 empresas registradas y más de 5.000 trabajadores, el sector de la Seguridad Privada en Euskadi se encuentra plenamente inmerso en un proceso de adaptación para acomodarse a los nuevos tiempos.
Un escenario distinto marcado tanto por la necesidad de incrementar la colaboración entre la seguridad pública y privada frente a amenazas como el terrorismo global y la ciberdelincuencia, como por el futuro desarrollo reglamentario de la Ley de Seguridad Privada.
Los tiempos están cambiando», cantaba el premio Nobel de Literatura Robert Zimmerman, popularmente conocido como Bob Dylan, hace más de 50 años. Una afirmación cuya vigencia a buen seguro constatarán los asistentes al III Congreso de Seguridad Privada en Euskadi, que se celebrará el próximo 5 de octubre, en el Bizkaia Aretoa de Bilbao.
Allí conocerán por boca de expertos de primer nivel la realidad de un sector que se halla inmerso en un pleno proceso de evolución para adaptarse a los nuevos escenarios que no van a llegar, porque ya están aquí.
Cifras de negocio
En términos estrictamente de negocio, la facturación anual de esta industria ronda los 150 millones de euros (138,5 según el último informe de Aproser, publicado en 2015, lo que supone un 3,98% del total a nivel estatal). Cuenta con 27 empresas inscritas en el Registro de Seguridad Privada de Euskadi, que emplean a un global de 5.369 trabajadores, entre vigilantes de seguridad, vigilantes de explosivos, escoltas y jefes de seguridad.
Lea el reportaje íntegro en el número de septiembre de CUADERNOS DE SEGURIDAD.
