El cuarto edificio más alto de Alemania buscaba un control de accesos flexible, que no funcionara con llaves mecánicas. La empresa que gestiona la instalación optó por sustituir su sistema de cierre mecánico por uno más flexible y fácil de utilizar. La solución fue SMARTair, un control de accesos electrónico sin necesidad de cableado, lo que minimiza los costes de su instalación, y acorde con la ética de sostenibilidad del nuevo edificio.
En los planos originales de la Tower 185 se especificó que la edificación entera debía ir equipada con un sistema de cierre mecánico. Sin embargo, debido a la continua pérdida de llaves y al gasto derivado de ello, la empresa que gestiona la instalación optó por un sistema más flexible y fácil de utilizar.
Hasta la fecha, se han instalado más de 90 cilindros SMARTair de doble pomo en este rascacielos. Los responsables de las instalaciones de la Tower 185 optaron por el sistema de gestión Update on Card, con el que los permisos de acceso se actualizan a través de la tarjeta del usuario. La gestión y el control de los accesos es sencilla, visual y muy fácil de operar. Los usuarios abren las puertas con tarjetas inteligentes que utilizan la tecnología MIFARE.
En lugar de estar conectados de modo permanente a la toma de corriente, los dispositivos de SMARTair funcionan con pilas estándar de iones de litio. Ello reduce los costes de funcionamiento y mantenimiento de la cerradura, y consume mucha menos energía que los sistemas tradicionales cableados. Gracias a su tecnología inteligente, el sistema recibe un aviso cada vez que hacen falta pilas nuevas.
La Tower 185 ha sido uno de los primeros rascacielos europeos en recibir el Gold LEED Certification del US Green Building Council. Mostrando su apoyo a los proyectos de construcción sostenibles, el Grupo ASSA ABLOY ha publicado más de 100 EPD (Declaraciones Ambientales de Producto) para sus componentes de cierre, entre ellos los de la gama SMARTair.
